Consciente es que no debe, que ese amor es prohibido,
Pero sólo al pensarlo, sufre de embriaguez hormonal.
No lo duda, y sin pudor por su arrebato,
rasga su ropa, se suelta el pelo y camina hacia él lentamente
en un intento de dejarse arrastrar por la situación.
Su corazón bombea rápidamente,
Su respiración es profunda.
No debe, pero quiere,
No debe, pero desea,
No debe, pero siente
su cuerpo estalla de locura.
Al otro lado de la estancia él
La observa: está sumamente bella,
Sus ojos reflejan el color del mar,
“ayer soñé que estabas en mis brazos, que tu cuerpo se fundía con el mío,
Que una gota de mar resbalaba por la comisura de tus labios y que yo la hacía mía
Ayer soñé que tu cuerpo explotaba en el mío en un sinfín de vaivenes “
Ayer fue ayer,
hoy ya te tengo en mi regazo.
Déjame que sienta tu cuerpo temblando de lujuria junto al mío,
Déjame que una ola de placer ahogue todo mi ser,
“déjame que sienta, que disfrute, que absorba,
Este amor prohibido.”
